Maquiavelo y el Almirante

por Enrique Fernández M.

El profesor Dieter Nohlen afirmaba recientemente, en relación a la ciencia política, " que mientras la moneda de cambio de esta disciplina es la verdad, en política lo es el Poder y el número de votos "(1)

¿Cúal es el abordaje objetivo que debe hacerse del "affaire" almirante Arancibia - UDI ?

Andrés Chadwick, senador de ese partido, tildó cazurramente de escaramuzas a la polvareda de declaraciones que brotaron desde diversos ámbitos del mundo político. Cierta razón tiene el mentado senador. Más de alguna vez, en nuestros artículos, hemos llamado la atención sobre el fondo y la forma de un hecho político.

En lo relacionado con la forma, caben las discusiones semánticas acerca de la efectiva o supuesta deliberación política de las FF.AA., si la UDI recluta o sólo sondea candidatos en el mundo castrense, si los altos mandos pueden ser considerados "castrados mentales", la televisiva e inmediata aparición de los diputados Ascencio, Palma y Cia., etc.

En lo que dice relación con el fondo, aparecen elementos diferentes. El proyecto holístico y expansivo de la UDI, su papel de perpetuador de la obra del gobierno de Pinochet, léase, la custodia de la ideología liberal hayekiana: modelo económico neoclásico y salvaguarda de valores morales llamados tradicionales.

En esta tarea, le incomoda la sombra de independencia de su aliado binominal, Renovación Nacional, de cuya "ala liberal" ha provenido desde siempre una acerba crítica a las violaciones de DD.HH. acaecidas durante el régimen militar. También objetan los mecanismos "estabilizadores del sistema" contemplados en la Constitución de 1980. Dichos mecanismos, están presentes para contrarrestar eventuales estropicios institucionales que pudiesen llevar a cabo "circunstanciales mayorías". Sebastián Piñera, Andrés Allamand, Alberto Espina, etc., representan tanto hoy como ayer, un peligro para las mentes integristas de la UDI.(2)

El reflotamiento de la "generación Piñera", para salvar una angustiada R.N. de la auto- extinción, se visualiza desde la UDI como un factor que les pudiese amagar el acceso al Poder total el año 2005 con el probable triunfo del silente Joaquín Lavín. Pero lo que es más importante aún, se les considera una seria amenaza para la proyección inmutable de la obra fundacional del régimen de las FF.AA ( insisto en este punto)

Entonces, presenciamos otra vez operaciones combinadas, de espúrea naturaleza, entre la derecha pinochetista y estamentos de las FF.AA. En 1992, fue el señor Ricardo Claro y un capitán en servicio activo del ejército de Chile; ahora es el turno de gente de la UDI y el Almirante Jorge Arancibia, Comandante en jefe de la Armada de Chile.

Llegamos así al punto, de la por todos venerada y nunca alcanzada despolitización de las FF.AA. Este último suceso, nos reafirma que tal despolitización no es más que una quimera de nuestra peculiar transición a la democracia. Pareciera que la expresión " garantes de la institucionalidad democrática" permite una gran laxitud interpretativa. Poco tiempo atrás, el general Patricio Rios, Comandante en jefe de la FACH, pedía encarecidamente que dejasen a las FF.AA trabajar profesionalmente, sacarlas de la contingencia política. Decían querer aborcarse a sus funciones institucionales, modernización, renovación de material bélico, etc.

Al parecer, y este episodio lo demuestra fehaciéntemente, de lo que sí muchos de sus componentes se sienten es de "garantes del modelo económico y social ", por ellos instaurado en dictadura. Aunque sólo sea para mellar el brillo de una contundente victoria electoral de su "aliado" Sebástián Piñera, el brazo o instrumento político-partidista preservador de tal régimen, la UDI, debió recurrir a su última reserva y hacer ver al más alto oficial en servicio activo de una rama castrense, que debía acelerar su retiro para "estudiar" una candidatura al senado.

¡ Sáquese luego el uniforme que la Patria lo necesita ahora de civil y en otro frente ! Ironías del destino, el de la práctica política partidista tan denostada en tiempos del gobierno de Pinochet.

De tal modo, constatamos la vigente imbricación de la UDI y gran parte de la alta oficialidad de las FF.AA. En esta ocasión, se busca profitar electoralmente del prestigio de un comandante en jefe, que al ser cooptado por una fuerza política partidista, traspasaría a dicha tienda ciertas ventajas que, en su condición de máxima autoridad de su institución, pudo hacerse merecedor. Cabe en todo caso preguntarse, a cuenta de qué capital político quiere girar, ¿ será el de haber sido impulsor de la mesa de diálogo o a su membresía de la rama castrense que instigó el golpe militar de 1973 y cobijó el proyecto de economía chicagiana conocido como el Ladrillo ?

El prusiano concepto de "comandante en jefe", nos ha merecido, desde un punto de vista politológico, más de alguna reflexión. Mediante la participación que le cabe en el COSENA, en el nombramiento de senadores de la bancada militar y su propia inamovilidad, adquiere, más aún en el marco de la actual Constitución, la figura de un pequeño reyecito, un personaje que concentra un gran poder real, que al sumarse con el de sus congéneres, puede resultar antagónico al supremo poder ostentado en democracia por el Presidente de la República.

Desconocemos la existencia de propuestas tendientes a modificar o "modernizar" el organigrama jerárquico de las FF.AA, en vistas a establecer en la cima del escalafón, en lugar de la figura única del comandante en jefe de la institución, un grupo de comandantes en jefe zonales o regionales, de igual rango entre ellos, articulados a su vez en comandos conjuntos con las otras ramas de la defensa nacional.

Una reforma en tal sentido, haría a las FF.AA. más modernas y operativas en escenarios de conflictos bélicos, impediría concentrar la responsabilidad del actuar y devenir de una institución en un solo hombre, toda vez que colocaría al Presidente de la República, como único y efectivo Comandante en jefe de las FF.AA., el grado de Generalísimo que los regímenes democráticos desarrollados disponen para el Jefe de Estado.

GRUPO PROPOLCO
Junio, 2001.
(1) El Mercurio, 10/06/01, cpo. D, pág.18.
(2) Para mayor abundamiento sobre esta cuestión, ver " Quintacolumna en Renovación Nacional ", en Anuario de PROPOLCO, 1998, pp. 6-10 o en nuestro sitio web: http://propolco.tripod.com