LA IDEOLOGÍA DE LOS SOBERBIOS.

por Enrique Fernández M.

Se dice que la soberbia es uno de los siete pecados capitales. Componente patognomónico de ideologías llamadas totalitarias surgidas en el siglo XX. Personificar en enemigo a quien no piensa como uno y la necesidad de eliminarlo para imponer “El” proyecto.

Paradójicamente la des-ideologización de la política actual es considerada como algo positivo. Sin embargo y en la lógica de esta perspectiva de análisis, persiste, florece y se potencia una amenaza aún mayor en los llamados integrismos. Conocemos bastante de aquellos de corte nacionalista y religioso pero poco o nada del integrismo de la ideología neoliberal, lo que A. Jacquard ha dado en llamar “economismo”.
“La sociedad es víctima no tanto de los razonamientos de los economistas, sino de la excesiva confianza en su capacidad de orientar las decisiones. En eso consiste el integrismo: en la creencia en el valor absoluto de las afirmaciones propuestas por una doctrina. Y, en consecuencia, en la aceptación ciega de todas las reglas que rigen el comportamiento y que extraen de esa doctrina los que se pretenden sus auténticos depositarios.
El admitir como verdades absolutas las proposiciones de los economistas es pasar de la economía - que es una disciplina científica entre otras - al economismo, que resulta un integrismo tan devastador como los integrismos religiosos”

La neo liberal es una ideología integrista que no se muestra como tal, lo que aumenta su poder de penetración y virulencia. Vocea a los cuatro vientos que ya no existen las ideologías mientras a lo que asistimos es al predominio sin contrapeso de una única ideología holística disfrazada de ciencia exacta y de alcance global.

Pretende convencer que la Historia ha terminado y que por tanto resulta inoficioso buscar en ideologías respuestas a los problemas sociales, ya que es la ciencia económica el único modo de dar cuenta de ellos. Cabe recordar que alguien habló de “fatal arrogancia” !

Se plasma esencialmente en la preeminencia de un modelo de economía formal por sobre un marco social político, resultando éste accesorio supeditado a lo “económico”. No admite espacio para la duda, para la posibilidad de error, una soberbia intelectual propia de la visión iluminista de un integrismo religioso, una suerte de hiperdulía del mercado en la era de la “teología económica neoliberal”.

La descalificación del argumento contrario, sin rebatirlo en el plano de la confrontación de ideas ni en la contrastación con la realidad, es su principal arma. Aducir que el otro es ignorante, que no entiende nada, finalmente que no es capaz de ver la luz y por tanto, las tinieblas le condenan “per secula seculorum” a ser un paria ignorante. Aquellos que permanecen en la ignorancia están confusos, no comprenden, no entienden nada, desconocen, no tienen fundamentos, etc. Los voceros y acólitos chilenos del economismo así lo expresan:
Sistema de A.F.P. : “ en lo que ya es una práctica habitual de personeros que no comprenden cabalmente lo que es la esencia del régimen ...” El Mercurio, 22/08/99
Cuando uno escucha a los parlamentarios socialistas y del PPD da susto. No han entendido nada ...” Evelyn Matthei, El Mercurio, 12/9/99
Responsabilidad del Banco Central en la crisis de la economía: “ Tales sugerencias revelan, desde luego, desconocimiento del estatuto constitucional ..., El conjunto de las propuestas socialistas carece de fundamento ...” El Mercurio 12/9/99
El látigo de los neoliberales o autoritarios de mercado se blande feroz e hiriente sobre quienes pretenden rescatar la discusión y el debate sobre cuestiones claves de una sociedad y que son consustanciales a un ejercicio democrático. “Como todos los integrismos, el integrismo “liberal” practica el proselitismo. Poseedor de la verdad única, adopta una organización de la sociedad que se supone es la única eficaz, y no ha cesado de transmitirla e imponerla a todos”. La Constitución del ‘80 gestada en la mente de fervientes neoliberales da clara muestra de cierto tipo de “despotismo ilustrado” propio de esta ideología que ha escamoteado la democracia del ideario liberal original. De esto debemos colegir, que a los ciudadanos no nos es necesario discutir nada ni menos decidir cambios.
Debilitando al Central: “ Este no es para nada el momento para discutir un tema de bases del sistema... lo que parece fuera de toda duda es comenzar a cuestionar de nuevo la autonomía del Banco Central “ El Mercurio, 12/9/99

“Comienzan a acogerse iniciativas de modelos intermedios que se apartan de los criterios que son propios y categóricos a una sociedad que está regulada por principios ordenadores ... Una vez más, una nueva confusión...” Carlos Cáceres en, Tercera Vía: ¿Camino al Tercer Mundo?, El Mercurio, 15/8/99.
Hace poco Andrés Allamand decía en su libro “La Travesía del Desierto” que si algo le hace mal a la democracia es la estigmatización de los adversarios, y si algo le hace bien, es la tolerancia. Sin embargo, es preocupante observar como el integrismo del economismo operante en la derecha chilena, sigue “entendiendo” la contrastación de ideas o proyectos que son inherentes a una sociedad democrática.
Carlos Urenda Zegers, fundador y actual miembro del Consejo Directivo del Centro de Estudios Públicos nos lo deja claro “... aquellos que tratan de construir una alternativa ideológica del marxismo, constituyéndose en sus sucesores intelectuales dentro de la filosofía de la subordinación del hombre al Estado, de la inexistencia de derechos naturales anteriores al Estado que éste debe respetar por ser propios de la naturaleza humana, y de la supremacía de la igualdad por sobre la libertad. Lo concreto es que siguen empeñados, ahora con otras caras, en la destrucción consciente o inconsciente de la civilización cristiana occidental “.

Suerte que dirige un centro de estudios. Es menester preguntar: ¿ Son los neo liberales, caballeros de una nueva cruzada por los valores del economismo, atacados por los actuales moros, sean estos apátridas, parásitos o humanoides?

Octubre, 1999.