¿Qué ve Enrique Correa en las privatizaciones que yo no veo?

Por Max Larrain

En una reciente entrevista al ex ministro secretario general de Gobierno, Enrique Correa, publicada en la revista Qué Pasa, los entrevistadores Hugo Córdova y Pedro Ramirez afirman que " Correa no duda en asumir como propio el modelo económico actual y en manifestarse partidario de la privatización de las sanitarias e incluso Codelco".

Hasta el momento mi natural suspicacia de chileno me llevaba a pensar que el ímpetu privatizador acérrimo constituía una característica ligada exclusivamente a personas afines a la derecha económica o política, a quienes -amañadamente confieso- les suponía un mezquino interés en liquidar las empresas estatales al precio más barato posible y al mismo tiempo ganar espacios en los cuales poder hacer un buen negocio, en "joint venture" con el capital transnacionalizado. Honestamente debo reconocer una estrechez y simplicidad de mi parte. Desde luego hay algo mucho más complejo y profundo en este tema, en el que sospecho existe un tinte ideológico importante. Mi intención es tratar de comprender a medida que voy escribiendo estas lineas.

Comprender es la palabra clave : entender, penetrar en la lógica del pensamiento de aquellos que ponen en jaque mis propias convicciones. Correa me pone en jaque, porque reconozco en él la inteligencia y sagacidad de un político que irradia sabiduría de visir.
¿Qué ve él en la privatización total del país que yo no visualizo? ¿Existe una explicación económicamente plausible para desmantelar al Estado chileno de toda actividad económica que le genere ingresos, independientemente de su grado de eficiencia? Por lo demás, ¿Es cierto que las empresas privadas son "siempre" más eficientes que las públicas? ¿o es sólo un mito más? ¿Son los chilenos más inteligentes y más capaces cuando sirven a la empresa privada que cuando sirven en empresas públicas? ¿Es posible la modernización del estado? ¿Ya no existe el servicio público?

Se podrá decir que privatizar significa liberar al estado de tener que invertir sumas cuantiosas en proyectos de desarrollo cuando bien ese dinero puede emplearse en el gasto social. ¿Puede alguien imaginarse a la derecha neoliberal diciendo : "muy bien, esos miles de millones de dólares ahorrados en la privatización de las sanitarias o portuarias van íntegros a Educación o Salud" , en circunstancias que la reducción del gasto fiscal constituye objetivo inclaudicable para aquel sector?

Por último, a nivel global, ¿Estaba tan errado el estado keynesiano al levantar la economía mundial a los niveles más altos que conoce la Historia, luego del estrepitoso fracaso del estado liberal del primer tercio del siglo, el mismo sistema que vuelve ahora en gloria y majestad hacia fines de siglo?

El supuesto de la privatización total de la economía es que el sistema económico neoliberal de libre mercado representa el súmmum del desarrollo económico de la Humanidad, es el óptimo posible, no tiene alternativas sino el caos y la "desmodernización", si se me permite el término. Aquí pasamos de la ciencia a la ideología. Bajo este supuesto la lógica de la privatización, transformada ahora en sinónimo de modernización, adquiere sentido. Sin embargo, como soy medio "humbertito", me asalta una duda : ¿Y si ocurriera lo impensable? ¿Si llegara a ocurrir lo imposible? ¿ Si este "Titanic" de la economía se llegara a hundir? ¿Que hace un país subdesarrollado como el nuestro, que no alcanzó la etapa del Estado de Bienestar? Los capitales se fueron a sus casas, no hay subsidios de cesantía, la salud privada cerró sus puertas: ya no era rentable, el régimen previsional basado en el supuesto de la "invencibilidad" del sistema económico, se derrumbó con él. Todo el mundo va a mirar hacia el estado, pero ¿Qué estado?, "si ya nos gastamos la plata".

Pero no os preocupeis señores neoliberales, aquí les tengo preparado el discurso de explicación :
"La economía mundial colapsó, no porque el sistema económico neoliberal en sí estuviera errado, sino porque, precisamente, este sistema no logró imponerse plenamente, como habíamos previsto. Mientras en algunos lugares se hicieron avances importantes en la privatización de las economías , en la apertura al flujo de capitales y en el derribo de los obstáculos al libre comercio, en otras regiones, sin embargo, no se logró seguir el ritmo de las modernizaciones y en muchos casos se continuó con las viejas prácticas proteccionistas, estatistas y retrógradas del antiguo estado de bienestar, las que a su vez ...


Horacio Max L. Larrain
Licenciado en Ciencias
Magister (c) en Ciencia Política
Universidad de Chile
GRUPO PROPOLCO