CHILE, AUTOPISTA NEOLIBERAL: TODO MINISTERIO PAGA PEAJE.


La crisis japonesa, la de Indonesia, la de los mercados asiáticos, ya no sabemos cual fue el detonante de lo que en jerga econónima se ha dado en llamar "episodio de reducción del gasto público" y que el país ha conocido como "los recortes presupuestarios". A estas alturas, ni siquiera sabemos si hay crisis o solamente una situación restrictiva y quizás si al cambiar de posición geográfica, pudiésemos ver que sólo se trató de un espejismo, ya que la mentada crisis parece no afectó a Chile. Lo concreto es que con escenario de crisis o sin este, con razón o sin razón, todos los ministerios debieron " ajustar sus presuspuestos " , incluyendo el ministerio de salud.

Los gremios de la salud agrupados en un Consejo, reaccionaron frente a esta suerte de "prurito" reduccionista del ejecutivo y se quejaron amargamente al recibir repuesta oficial a sus demandas, destacando que no se abordaban en ella, " los temas de fondo ". Correcto, pero bien valdría la pena iluminar el trasfondo en que transcurre esta situación, que la administración Frei ( y no decimos gobierno ) ha manejado en exacta concordancia con los postulados económicos de la ortodoxia neoliberal.

Lo primero es saber porqué frente a una eventual crisis sólo debe el estado reducir sus gastos para enfrentarla de mejor modo. Una cuestión de fondo es saber cual es el aporte del sector privado en esta emergencia que enfrentaría el país. La cabeza del ejecutivo fue enfática tiempo atrás : no se discutirá durante esta Administración una nueva reforma tributaria, a lo más se impulsará un perfeccionamiento de las instancias de fiscalización. No más impuestos a quienes, cada día, concentran más la riqueza en este país. Pero sí se baja el "encaje", para ser más atrayentes ante los ojos de los inversores (o depredadores ), ya sean extranjeros o nacionales.

En cambio el estado, cabeza de turco del neoliberalismo, sí debe ajustarse ya que muchos miembros del "establishment" concertacionista ya aceptan que se trata de un estado con grasa y por tanto, ponerlo " a dieta ", es la receta indicada. Y se empieza concordantemente a hablar de recorte, de modo de traspasar la idea que se eliminará sólo lo que es superfluo. Al respecto, conviene precisar el significado que el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española otorga al término empleado ; Recortar : cortar o cercenar lo que sobra en una cosa.

Hipotéticamente aceptemos que el estado deba dar una señal. ¿ Es que acaso en la administración y entre los tecnócratas, se cree que en el presupuesto de salud hay dineros superfluos ? Por qué había que recortar incluso lo correspondiente a salud. Preguntamos al revés: ¿ posponer 4 obras de 229, justificaba el costo político que se sabía podía generar ?

Sí, si lo que se quiere es reafirmar la preeminencia de parámetros técnicos por sobre lo social o lo político. Se trataba de enviar la señal de que aunque el manejo "político" de una situación de crisis, hubiere indicado que era oportuno cortar en otras carteras, pero no en educación ni menos en salud, en esta administración se respeta estrictamente el credo neoliberal de la teoría económica de la política. Para algunos estas actitudes forman parte del "capital social " que este país ha acumulado en los últimos quince años y que no debe ser dilapidado . Desde un punto de vista estrictamente político no se entiende, pero desde un punto de vista netamente empresarial o gerencial, resulta prístinamente claro.

Si realmente es el 1% del presupuesto del ministerio de salud, resulta más que evidente que lo que se quizo enfatizar emitiendo esta señal simbólica potente, es que todos al ser parte del estado deben reducirse ; se quiere reafirmar una decisión técnica que está por encima de lo político. Seguramente a esto es lo que refiere el senador Foxley cuando afirma que " hay que enfrentar las recientes expresiones populistas sin vacilaciones ni retrocesos aunque ellas hayan surgido de todas las corrientes políticas ".

¿ Propender a reducir el tamaño e influencia del estado, instaurar el predominio de las decisiones técnico-económicas por sobre las político-sociales, estas últimas consideradas intrínsicamente corruptas e ineficientes, no recuerda a Friedrich A. Hayek ?

Transitando por la autopista del crecimiento y desarrollo neoliberal, hemos llegado raudamente al triste espectáculo en el que la mayoría de los parlamentarios opositores, con actitud de suficiencia y socarronería, toman palco en la arena política nacional, viendo como el virus del neoliberalismo infecta, convulsiona y desquicia a la Concertación y al país.

Enrique Fernández M. Magíster (c) en Ciencia Política
GRUPO PROPOLCO Universidad de Chile

Julio 1998.

1 La Segunda, Viernes 17 de julio, 1998, pág. 39.
2 La Segunda, Ibid.