Diagnóstico Diferencial de La Neoliberalitis.

por Enrique Fernández M. Magíster (c) en Ciencia Política Universidad de Chile.

La definición, que del vocablo semiología entrega el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua es la siguiente: "parte de la medicina, que trata de los signos de las enfermedades desde el punto de vista del diagnóstico y del pronóstico". Aplicar esta ciencia al acontecer social de nuestro pais, permite establecer que lo sucedido con hechos aparentemente tan inconexos como la filtración de preguntas de la P.A.A. y el episodio de la reventa de entradas para el partido de fútbol entre la selección de Chile y de Bolivia, contituyen en realidad signos de una misma enfermedad: neo-liberalitis. Dónde está el nexo? Veamos lo acontecido.

Nuestro estadio nacional - principal coliseo deportivo como gustan declamar muchos ¿ periodistas deportivos ? - posee un aforo determinado. Por tanto, la oferta de entradas era limitada pero la demanda muy alta, por las razones o sinrazones que fueren del caso. Así las cosas, ¿ qué debía acontecer según las tablas de los sabios economistas ? Debía subir el precio de las entradas ya que es así como el bienaventurado Mercado regula tales situaciones.

Sin embargo, resabios socializantes o inexcusables sentimientos de equidad redistributiva, no lo permitieron. Se argumentó que todos, incluyendo al más pobre y sufrido hincha, debían tener el "derecho" de poder ver en directo a la "Roja de todos", para lo cual las entradas de galerías que no fueron vendidas bajo la modalidad de abonos, estarían a la venta en las boleterias a precios ¿ populares ?.

Pero parafraseando a Juan Pablo II, "el Mercado es más fuerte ", lo que vino a significar que existiendo compradores dispuestos a pagar más, las fuerzas mercantiles buscaron los cauces que permitiesen cumplir con la magna Ley: se vendieron las entradas a mayor precio, en realidad cuatro a cinco veces más que el precio fijado.

Vino entonces la gran condena. Se satanizó a los funcionarios boleteros que decíase no cumplieron con su deber, que pudo haber muertos producto de la indignación de quienes esperaron largas horas y que luego fueron dispersados por carabineros, etc. Lo cierto fue que nuevamente operaron las silentes, todopoderosas y alabadas leyes del Mercado, situación a la cual debemos propender constantemente según predican los gurúes de la ideología de la competitividad. Se alzaron voces denunciando la falta de ética - cabe preguntar cúal o la de quienes-, pidiendo la cabeza del gerente general de la A.N.F.P., se removió de su cargo al gerente de operaciones del mismo organismo, se cruzaron acusaciones de montaje periodístico, etc.

Cada boletero y funcionario entregó el dinero por el precio determinado de todas las entradas que le fueron entregadas para vender. Los que aportaron el capital para realizar la "negociación" no han sido aún hallados y el hecho fue calificado de escándalo. Sólo que esta vez no oímos a ningún economista-académico ni menos a ningún senador-empresario, defender la aplicación de las leyes inmutables del Mercado neo-liberal.

Pero entre Navidad y año nuevo "explotó" otro caso, aparentemente sin ligazón con el anteriormente expuesto. Problemas en la compaginación de los cuadernillos de la P.A.A. de este año, develaron otra situación "reñida con la ética" y "moralmente inaceptable": se vendieron o transaron en el Mercado, todas o gran parte de las preguntas que iban a constituir la Prueba de este año. Los hechos aún se investigan (como siempre), pero el análisis de fondo aún está pendiente. Nuevamente, la presión de la demanda por un bien o servicio, respecto de una nula oferta ( ¿ no se llama inelasticidad en jerga de iniciados ? ), rompió las contenciones éticas de la sociedad y se encontraron los cauces para aliviar la caldera lográndose el equilibrio sacrosanto del Mercado. ¿ Se ha escuchado algún comentario de los caballeros de la cruzada de la sociedad libre ?

Cuando en una sociedad y es este nuestro caso, desde hace ya más de veinte años se han vehiculado casi sin contrapeso, conceptos claves de la ideología neo-liberal que claman por dejar al Mercado la regulación de ojalá todas las actividades, no sólo económicas sino también sociales, llama la atención que no se busque en la ocurrencia de tales hechos explicaciones y nexos que vayan más allá del lugar común de caratularlos como hechos de corrupción.

Los defensores del sistema, los acólitos de Hayek, dirán que se trata de disfunciones del sistema, que lo que si existe es una crisis de valores ( que mágicamente nació en 1990 ), potenciada por la ineficacia, complacencia o ineptitud de los gobiernos concertacionistas para atacar y castigar a los corruptos. De ahí que algunos connotados sugirieron y no con poco éxito electoral, simple y llanamente, barrer con toda la escoria.

¿ Entradas para un partido de futbol y cuadernillos de preguntas de una prueba de selección, no son acaso bienes y/o productos que puedan transarse libremente en el Mercado, sin las cortapisas del maldito Leviatán ? Lo cierto es que muchas veces no está claro según el Darwinismo social neo-liberal, cuando sí y cuando no debemos jugar con las reglas del Mercado y sobre todo, quién determina el marco regulatorio del Mercado y si corresponde dejar algunas cosas fuera de su ámbito. En el caso Enersis- Endesa España, pudimos apreciar qué tan difícil resultó incluso para " los chicos de la libertad y el desarrollo " ponerse de acuerdo en este punto. Acaso no son Piñera (el de la locomotora), Klugman ( ¿ no es el mismo de la campaña de Büchi ?), Cáceres y Yuraszeck, todos acérrimos partidarios del libre y totipotencial Mercado ?

Quizás para sanar como sociedad de esta enfermedad, (neo-liberalitis), se requiera de cirugia mayor, pero previamente debemos hacer tomar conciencia al enfermo en qué consiste su mal y sobre todo, qué síntomas o signos deben alertarlo del progresivo e inexorable avance de su patología.