De Consensos, Tabúes ( modelos) y Símbolos.

por Enrique Fernández M.

Vamos viendo:

Pareciera que llegó a su fin la era de los consensos. En esto, si hay consenso. Quizás los resultados electorales obtenidos por la concertación en la reciente elección parlamentaria y la asunción de un senador vitalicio, hayan sido el tiro de gracia. En todo caso, hemos marcado un estilo como país consensual. Es así como, en el artículo central de la revista Newsweek de la semana del 16 de Marzo del año en curso, el periodista Brook Larmer califica a Chile como " una nación conservadora que parece obsesionada con el consenso "y en el mismo texto se hace referencia a lo planteado por el Sr. Alexander Wilde, representante de la fundación Ford en Chile: " Lo que se tiene en Chile es una conspiración de los consensos ".

Cabe preguntarse después de todo, ¿ consenso en torno a qué ?. Ciertamente que este consenso fue, desde un comienzo, funcional para la mantención del modelo neo-liberal en el período post-dictadura, y para eso nada mejor que la "democracia de los consensos" que tanto la UDI como RN, pusieron en bandeja frente a los ávidos apetitos concertacionistas de gerenciar el pais en forma sabia.

Dijimos modelo y entonces surge el tabú. Porque, ¿ quién osa cuestionar el modelo neo-liberal, so pena de ser tachado de trasnochado y de querer volver al caos marxista ?. En la esfera política concertacionista pocos hablan y muchos menos proponen, (salvo en algún lapsus linguae), alternativas al modelo de Salud y sus Isapres, al modelo de Educación con sus sostenedores, al modelo previsional de AFP administrando paternalmente el dinero de los demás, etc., "modernizaciones" implementadas durante la administración militar. Al parecer todos estamos de acuerdo, todos fuimos consultados y permanecemos consensuadamente contentos y tranquilos.

El traspaso de la comandancia en jefe del ejército (que marca para muchos, el término de la transición a la democracia ) y el juramento del capitán general benemérito como senador vitalicio, son considerados y valorados como símbolos del respeto irrestricto a lo estipulado en la Carta Fundamental de 1980 que, olvidamos fue aprobada espuriamente, pero cuyo su maquillaje democrático fue consensuado en 1989.

Símbolos o imágenes. Lo vitalicio, concepto para muchos hasta ahora sólo conocido en cuanto a rentas o jubilaciones o bien en relación a la bendita promesa nupcial. Para otros, un concepto añejo en política, asociado con la imagen de dictadores como Jean-Bedel Bokassa, Idi Amin, François Duvalier, Francisco Franco ( este además lo era por la gracia de Dios ), Joseph Stalin, etc. Sin embargo, nosotros le pusimos valor agregado a este concepto y creamos la exportación no tradicional de senador vitalicio. Pero a quién le importa el resto del mundo, la globalización y evolución de las ideas, si en Chile siempre hemos sido pioneros y tenemos consenso en que lo importante del modelo neo-liberal es el laissez-faire económico pero nada con el liberalismo en lo moral.

Entonces consenso para la mantención del modelo, para la estabilidad de las cifras macro-económicas, y sobre todo, ambiente político estable y calmo para atraer las mesiánicas inversiones. Y quién mejor para encarnarlo que la figura adusta, ecuánime, dérmicamente criolla del ex-presidente del senado: el "negro" Sergio Romero. Tranquilo, reposado, paternalista, símbolo de las mejores tradiciones republicanas de nuestra patria. Lástima que terminara su prístino ejercicio presidencial, espetando y mostrando desde la testera de la cámara alta, la verdadera cara de la derecha chilena, aquella derecha dura que no se renueva, que nunca pedirá perdón, aquella jamás vencida: " no me doblaron la mano estos hijos de puta ! "

Que tal, todo un símbolo ¿ no es cierto ?

Enrique Fernández M. Magíster (c) en CienciaPolítica Universidad de Chile

Grupo PROPOLCO
Marzo, 1998.